Artes de Entrenamiento...

- - - - - " En la actualidad Respuesta Existencial, es una propuesta de acompañamiento desde la logoterapia, en forma personalizada para descubrir tu sentido vital. La educación de la Conciencia, a través de la Acción, es un proceso que sostenemos para pequeños grupos, en ámbitos educativos, o laborales. En cada acción, ofrecemos una respuesta al mundo. Somos llamados a responder desde nuestra existencia. La práctica engendra el autoconocimiento y el desarrollo del liderazgo. Promovemos una sociedad sin espíritu de provecho, basada en la “Sabiduría de la no dualidad”....Armónica, ética, íntegra y comprometida con la comunidad global." - - - - -

jueves, 14 de enero de 2021

La séptima historia...

Según Gareth Higgins y Brian McLaren, los seres humanos hemos construido 6 narrativas básicas para entender e interpretar nuestras vidas:

1.-“Obtendré paz y seguridad por medio de someterte a ti”. Esta es la Historia de Dominación.

2.-“Obtendré paz y seguridad por medio de derrocar al grupo dominante, y entonces yo los dominaré a ellos.” Esta es la Historia de Revolución.

3.-“Obtendré paz y seguridad por medio de alejarme de todos los demás, y solo llevar conmigo un grupo de personas selectas, que son tan buenas como yo. Iremos a una tierra prometida, o a la naturaleza” (Lo que no estoy previendo es que ya estando ahí comenzaremos a dominarnos los unos a los otros, luego habrá una revolución, etc.). Esta es la Historia de Aislamiento.

4.-“Mi grupo no tiene nada malo, aquél grupo es el problema —por su forma de pensar, por los sombreros que usan, por el color de su piel o por cualquier otro motivo— y la manera de encontrar paz y seguridad es purificando mi mundo, ya sea construyendo una barda alrededor nuestro, o exterminando (metafórica o literalmente) a aquel grupo, por medio de difamación o (en casos extremos) del genocidio.” Esta es la Historia de Purificación.

5.-“Ellos nos lastimaron a nosotros. Nuestro dolor es lo más importante que hay sobre nosotros, jamás debemos olvidarlo. Nunca debemos reconciliarnos con ellos, ni siquiera con sus descendientes muchas generaciones después. No nos conectamos con ellos, solo nos conectamos con otras víctimas que han sufrido tanto como nosotros.” Esta es la Historia de Victimización.

6.-“Obtendré paz y seguridad por medio de tener más cosas: un sofá más grande, una casa más grande, o… ¿por qué no invadimos un país y tomamos eso también?” Esta es la Historia de Acumulación.

¿Te llegó alguna de esas historias?... ¿Te relacionas con los demás a través de alguna o algunas de ellas? Esas narrativas nos prometen paz y seguridad, pero en realidad nos alejan de ello.

Pero hay una SÉPTIMA HISTORIA, que aparece en muchas tradiciones: La Historia de Reconciliación-Liberación: Es una historia de una unión cada vez mayor entre los humanos (porque tú tienes más en común con peor enemigo que con cualquier otra especie), y entre los humanos y el ecosistema, y de cada vez más amor.

NO BUSCA EVITAR EL SUFRIMIENTO, A DIFERENCIA DE LAS OTRAS 6 HISTORIAS.

Reconoce que si te dedicas a servir el bien común la comunidad saldrá beneficiada, y tú eres parte de esa comunidad. A ti te toca escoger tu don particular para contribuir. Contribuir trae gozo, pero también cierta medida de sufrimiento, que será mucho más fácil de asimilar si reconoces que es algo natural, y que además no estarás solo en tu sufrimiento, porque le podrás pedir apoyo a la comunidad. 

Según la séptima historia cada uno de nosotros no es el protagonista del mundo, sino que somos 7,000,000,000 de personas presentando juntos la obra de teatro más grande que se haya producido.

Cory & The Seventh Story: Úselo para iniciar una conversación con sus hijos sobre cómo tratamos a quienes parecen diferentes a nosotros . O ábralo con adultos para revolucionar su propia comprensión de cómo las historias que contamos sobre el mundo conducen al miedo, la agresión y la soledad, y cómo podríamos contar una historia que crea alegría, conexión y abundancia  incluso en los momentos más difíciles. tiempos y lugares.
La historia que contamos sobre el mundo da forma a cómo vivimos. En una fábula para adultos, (La séptima historia: nosotros, ellos y el fin de la violencia), presentada junto con ensayos de Brian McLaren y Gareth Higgins, examinarás seis historias familiares que se han repetido a lo largo de la historia, que nos han enseñado a todos cómo dominar, temer o apartarnos del mundo y de lo bello. 
Hay una séptima historia, un camino de sinceridad  hacia los demás, y la lectura de este libro te inspirará a mirar de nuevo al mundo y a tus vecinos al crearlo. Enfrenta el miedo, la agresión y la violencia con la fuerza de amar y cambiar tu historia. https://www.theseventhstory.com/about-us

miércoles, 13 de enero de 2021

Una mirada desde las alturas.

En ultima instancia, la religiosidad puede ser vista como una decisión y no como una obligación, como una más de las muchas elecciones que el hombre realiza, guiado y ordenado por la conciencia, en pos de encontrar sentido. La presencia ignorada de Dios escrita en 1995, por Víktor E. Frankl encarna la superación de los límites físicos y mentales del campo de concentración, dónde fuera prisionero, y dónde perdiera a su mujer y padres, pero, fundamentalmente, encarna la superación de los límites humanos en relación al sentido de la vida, de la existencia de Dios. Nos enseña sobre un hombre que se trasciende y que debe trascenderse a sí mismo, que responde y que debe responder a la vida. Nos cuenta sobre un hombre libre y responsable. Pero, lo más importante, nos hace caer en la cuenta de que “somos nosotros” ese hombre del que Víktor E. Frankl nos habla. Más allá de sus conceptualizaciones, es un ejemplo práctico de una existencia responsable.

Pone su profesión al servicio de todo el público -al servicio de la humanidad -, desafiando y desafiándose a pensar más allá de las circunstancias y de sí mismo. 

Sus dos grandes aficiones, el ALPINISMO y el VUELO, pueden captarlo tal y como es un alpinista o un piloto, que siempre escala hacia algo más recóndito y vuela hacia algo más alto, superando todo tipo de límite físico y todo tipo de limitación personal.

lunes, 15 de agosto de 2016

La oposición del espíritu del 16.670

Maximiliano era sacerdote.  De la orden de los frailes menores conventuales. Clérigo franciscano que, a partir de experiencias personales con manifestaciones de la Virgen, se convirtió en un gran propagador de la devoción al Inmaculado Corazón de María. 

Un joven inquieto, entusiasta, se doctoró en Filosofía y en Teología, misionero en Japón y en otros lugares, editor de ocho revistas católicas, pastor. 
La Segunda Guerra lo sorprende en Polonia y es apresado junto a todos sus colaboradores (había fundado una radiodifusora y dirigía la revista El Caballero de la Inmaculada), siendo llevado a Auscwitz bajo el número de prisionero 16.670
Un día, uno de los prisioneros escapó de Auschwitz y cuando los carceleros descubrieron la fuga, decidieron vengarla ejecutando diez prisioneros en señal de escarmiento. 
Uno de los elegidos fue el sargento Franciszek Gajowniczek quien, al ser señalado, llegó a musitar “Pobre esposa mía, pobres mis hijos”. Maximiliano lo escuchó y decidió ofrecerse en reemplazo del sargento elegido. “Soy un sacerdote católico, polaco y viejo. Quiero ocupar su puesto, dado que él tiene esposa e hijos”. El oficial se irritó inicialmente pero finalmente aceptó. Maximiliano tenía 47 años y estaba enfermo de tuberculosis. Fue recluido con otros nueve prisioneros en una celda subterránea, condenados a morir de hambre, en ayuno obligado. 
Después de casi tres semanas, Maximiliano y tres prisioneros permanecían con vida. Como necesitaban la celda para otros castigos, decidieron terminar con la condena y asesinarlos inyectándoles fenol, siendo el último en fallecer (ante la sorpresa de los asesinos) Todos los días de cautiverio, Maximiliano celebró la santa misa, asistiendo espiritualmente a los prisioneros. Cuando al final de la guerra, Nagasaki fue destruida totalmente con la bomba atómica, todos los empleados en la imprenta que había fundado Maximiliano murieron inmediatamente, pero el edificio de la imprenta, quedó increíblemente incólume. 
SAN MAXIMILIANO KOLBE 14 DE AGOSTO
En 1971, SS paulo VI lo declaró Beato, y a la ceremonia asistió Franciszek Gajowniczek con su familia. Tenía 70 años de edad y una vida de agradecimiento a quien dio su vida por él. En 1982, SS Juan Pablo II lo canonizó.

Maximiliano es un hombre ordinario asumiendo actitudes extraordinarias ante la vida. De allí el valor testimonial de su historia. Es uno más, un hombre común y corriente, superando su circunstancia y entregándose a la Vida. 
Para Viktor frankl, que convivió en aquellos años y en ese lugar, (también cautivo de los alemanes), nos describe al hombre, que preso en una situación desesperada y siendo víctima indefensa, enfrentándose a un destino que no puede cambiar, aún así, puede voltear su dilema hacia el éxito y la realización, a nivel humano. Y en la elección de como morir, también el hombre decide. Decide darle un sentido autotrascendente a su muerte salvando a ese hombre y a esa familia. La libertad de elección del hombre se refiere a la libertad no únicamente de la forma de vivir de cada uno, sino incluso de la forma de morir. 
(El hombre en busca del sentido último, Editorial Paidós).

San Maximiliano Kolbe es reconocido como uno de los mártires del siglo XX, protector de los comunicadores católicos y los misioneros. En su último viaje a Auscwitz, SS Francisco visitó la “celda del hambre” donde vivió su martirio Maximiliano Kolbe. Oró en silencio. Acompañemos a Francisco y oremos recordando el triunfo de la humanidad sobre la barbarie, la Vida sobre la muerte, el amor sobre el odio, la verdad sobre la locura. San Maximiliano Kolbe, así como tu sacrificio liberó a Franciszek de la muerte, que tu martirio nos libere a nosotros de la indiferencia y el desamor. Así sea. 
Quizá esta nota sirva a alguien que la está necesitando, piensa en alguien y reenvíala.

martes, 5 de enero de 2016

No tiembles frente al temor de no ser amado.

El ser humano debe aprender a superarse a si mismo mediante el amor, en lugar de temblar ante el temor de no ser amado. He aquí la fórmula para curar la neurosis, y para que tus días se alarguen sobre la tierra: El decálogo en versión logoterapéutica:

Mandamiento 1.-
Mantendrás el vinculo con la trascendencia.
Mandamiento 2.-
Mantendrás tu receptividad para con los valores.
Mandamiento 3.-
Periódicamente harás una pausa para dialogar con tu conciencia.
Mandamiento 4.-
Perdonarás a tus padres los errores que cometieron contigo.
Mandamiento 5.-
Afirmarás incondicionalmente el sentido de la vida.
Mandamiento 6.-
Consentirás que tu propia satisfacción constituya el efecto secundario de un acto de Amor.
Mandamiento 7.-
No cargarás sobre tus espaldas ni tomarás posesión de lo que no está destinado a ti.
Mandamiento 8.-
No acrecentarás el sufrimiento entre las personas.
Mandamiento 9.-
Respetarás y mantendrás la unidad de la familia.
Mandamiento 10.-
No aspirarás a tener sino a ser.

“En el fondo de nuestro ser se oculta un anhelo que es imposible de acallar que no puede referirse a otra cosa que no sea Dios” Viktor Frankl.
Para que podamos transmitir este decálogo es bueno comenzar pensando en los demás. De esta forma te recomendamos procura valorar y aceptar a las personas, a los hijos, a los alumnos tal como son. Deben sentirse queridos.
  • Procurar valorar y aceptar a las personas, a los hijos, a los alumnos tal como son. Deben sentirse queridos.
  • Facilitar el autoconocimiento y ayudar a cada persona a plantearse metas posibles y constantes.
  • Potenciar el desarrollo de la fortaleza con acciones sencillas y constantes. Desde levantarse a la hora decidida hasta estudiar cada día, pasando por tener detalles con los demás o controlar el propio estado de ánimo. Hacer ver que lo que cuesta vale y que la mayor parte de las cosas cuestan esfuerzo, a pesar de que los medios de comunicación digan lo contrario.
  • Potenciar el valor de la templanza frente al consumismo imperante. No es necesario tener de todo. La felicidad no está en “tener” sino en “ser”. Puede ayudar a adquirir este valor el administrar las propinas, ahorrar, cuidar las cosas que uno tiene para que duren y no crearse necesidades.
En definitiva, podría decirse que los componente fundamentales para poder llegar a la madurez afectiva son:
  1. Autoestima y autoaceptación.
  2. Desarrollo de la fortaleza, de la templanza, del esfuerzo y de la propia voluntad.
  3. El autoconocimiento.
  4. La valoración y la solidaridad con los demás.
  5. Conjugar la libertad y la responsabilidad.
  6. Fijarse metas de desarrollo personal y acometerlas.

domingo, 9 de noviembre de 2014

¿Un modelo común o un sentido común?

Hace unos días tuve la oportunidad de analizar la pelìcula cadena de favores, (Pay it Forward), donde un niño de 11 años, impulsado por un maestro, apelando a su consciecia le pregunta.. -El mundo espera algo de ti, espera una respuesta, ¿que tienes para mejorarlo?. Luego; este artículo me encaminó al de Rudolph Allers, (psiquiatra vienés nacido en 1883), sobre la consciencia que completo mi mirada sobre la educación y liderazgo de hoy del cual tomo las ideas sobre la sobreadaptación.

Existe hoy una fuerte tendencia a considerar anómalas, y consecuentemente requiriendo tratamiento, ciertas experiencias que pueden algunas veces tan sólo parecer anómalas, cuando son en realidad expresión de ciertos rasgos generales de la situación humana. 
Cadena de favores, (año 2.000)
Parece ser universalmente aceptada la noción de que normalidad y adaptación son una misma y única cosa; en otras palabras, estar adaptado es el mismísimo criterio de salud mental. Esta es una visión unilateral y muy peligrosa. Es peligrosa porque no considera situaciones o condiciones a las cuales se supone que una persona se deba adaptar. Ella se vuelve así, víctima del grupo que, sólo tolera una "diversidad marginal". 
Por lo general se asume, como si fuera evidente, que ser "diferente", no conformarse con el modelo del grupo, es ipso facto indicativo de algún disturbio o inadecuación mental. 
El hombre moderno, tiende a ser "dirigido desde afuera", a tomar de los demás sus ideas sobre cómo vivir, cómo comportarse, qué anhelar. 
El hombre moderno se rehúsa a hacer caso del antiguo adagio: "Sé lo que eres", y, en cambio, hace un enorme esfuerzo por ser exactamente como los demás. La recompensa es la aceptación por el grupo y el reconocimiento social, mientras que el intento de desarrollar lo que A. Maslow llama una "personalidad auto-actualizante" conlleva muy frecuentemente conflicto con el grupo y algunas veces ostracismo de parte de éste. Este es un precio demasiado alto para muchos; "ser uno mismo" en este sentido exige más fuerza y más coraje que lo que la mayoría de las personas tiene o cree que tiene.
Atrévete a Ser tú mismo!!
Si es verdad que la desadaptación es con frecuencia señal de algún tipo de disturbio mental o el efecto de tendencias "reprimidas", es también verdad que la actitud opuestala de adaptación a cualquier costo— puede causar serios problemas, pues es verdad que no sólo aquellas tendencias incompatibles con el código moral generalmente aceptado son relegadas al inconsciente
El nivelar la individualidad a un modelo común, (y no aùn sentido común, que es lo opuesto*) puede tener consecuencias desastrosas. En efecto, muchos de los así llamados bien adaptados, personalidades bien rodeadas, deben ser llamados con justicia insanos. 
Y ocurre, no con poca frecuencia, que esta insania oculta irrumpa repentinamente de una manera trágica y catastrófica...
Tal individuo en apariencia "bien adaptado, bien rodeado" puede cometer muy inesperadamente un acto extraño y poco razonable; puede sufrir una "crisis nerviosa", dejar su familia y desaparecer. Leemos una y otra vez sobre esa conducta; en la mayoría de los casos, ocurre con hombres que viven en una posición segura, que han tenido éxito y gozan de la aprobación de sus compañeros. 
Tienen mediana edad y son considerados por sí mismos y por los demás perfectamente "normales". Pero han llegado a un punto en el que la vida ya no promete nuevas cosas; han logrado lo que se propusieron lograr. Y ahora la vida ha perdido el sentido. No hay ya metas por delante. Todo lo que los espera es la monótona repetición del único y mismo modelo de existencia.
Frente a esta situación, algunos se resignan y siguen como siempre, tan sólo para existir más como autómatas que como personas vivientes. Otros reaccionan volviéndose neuróticos; "escapan hacia la enfermedad", como dicen los psiquiatras. Pero algunos encuentran el coraje para romper con su pasado y empezar nuevamente. 
Su comportamiento, entonces, con no poca frecuencia bordea lo inmoral o pasas sus límites. Revelan a menudo una total indiferencia frente a los que de él dependen. Del ángulo de la psicología, sin embargo, su comportamiento es comprensible.
Pero resignación, neurosis, fuga, no son otra cosa que el precio que se debe pagar por el anhelo, demasiado difícil de alcanzar, de conformarse, acceder a las exigencias de un entorno tiránico. No se tendría que pagar el precio si la persona entendiera suficientemente lo que está haciendo y encontrara la fuerza interior para ser o volverse lo que realmente es.
Los factores que han conducido a esta tan indeseable situación son demasiados para abarcar en un breve análisis. Podemos, sin embargo, mencionar dos de ellos.
Recortando la individualidad
Uno es esta identificación equivocada del modo de vida democrático con el igualitarismo. Se ha llegado a creer que la idea de democracia equivale a la eliminación de diferencias personales. 
El segundo factor es la idolatría de la comodidad. No que la comodidad no sea un bien a ser buscado; sino que es, al fin y al cabo, un bien de menor rango. La búsqueda de la comodidad se ha vuelto un peligro real cuando se extiende más allá del ámbito externo de la vida, de tal modo que todo lo "incómodo" se presenta no sólo como algo a ser evitado, sino como indicativo de algún tipo de defecto.
Los conflictos interiores, así como los conflictos con los compañeros, se consideran ahora "anómalos"; son vistos más o menos como "síntomas" y, por lo tanto, necesitados de tratamiento. El hombre de hoy es extremamente intolerante a los conflictos, dificultades y problemas. Cree que aparentemente su vida personal debe permitir un arreglo comparable al que la tecnología logra con la materia. Una expresión característica de esta mentalidad es la existencia de una voluminosa literatura sobre "cómo" hacer esto o aquello.
Es inevitable al hombre vivir su tríada trágica que se compone de (1) sufrimientos, (2) culpa y (3) muerte. Ninguno de nosotros puede evitar el encuentro con el sufrimiento ineludible, con la culpa inexcusable y con la muerte inevadible. (Viktor Frankl), pero al no ser no podemos enfrentar esta situación. 
Debido a que en el "consciencia", se encuentran todas las posibilidades del individuo, que nos hace diferentes a otros, no mejores, sí diferentes individuos.

*Lo opuesto a un "modelo" común es compatir en un grupo el "sentido" común, que los lleva como su valor a lograr un sentido en un otro o una causa, (que siempre tiene un bien en sí, y un bien para mí.-

lunes, 29 de septiembre de 2014

Seminario de Kyudo

SÁBADO 11 de OCTUBRE 09:15hs.
Seminario introductorio de Kyudo 
09:30 a 14:00hs.
1º Teoría y 2º Práctica
El seminario incluye ceremonial y etiqueta
dirección de contacto: luisfalcone@yahoo.com.ar
Informes e inscripciónn con antelación vía correo electronico 
o al 011- 15-6545-8300
Lugar: Círculo de Suboficiales de la Fuerza Aérea 
Av. Lugones y Sarmiento CABA. 
(Ingreso por Av. Lugones, estacionamiento cubierto)

domingo, 15 de junio de 2014

"Takamori" Cristianismo de alma Japonesa.

Antes de comenzar a escribir sobre el eremitorio (de Ermita y Ermitaño) de Takamori (Aso District, Kumamoto, Japón) tengo que confesar que no es una tarea fácil pues sé que me reflejará a mi misma en lo que diga del eremitorio. Pero así ocurre con todo en Takamori. Si vienes con angustia, te sentirás enfrentado con ella; si con algo viciado, eso se te aparecerá ante los ojos. Es especialmente en el silencio insondable de la capilla donde no podrás ocultar nada. Sentirás que Dios con su luz y sus sombras, te va abrazando cada vez mas fuerte tal como eres. Esta es la fuerza de Takamori.
Oshida. Un Padre Zen.

Cuando el Padre Oshida Shigeto (sacerdote dominico) comenzó a vivir una vida ascética en absoluta pobreza encontró que se sentía perteneciendo a un círculo de personas. Eso fue cuando estaba ingresado en el hospital bajo tratamiento médico.
Hablando de esta época el solía decir “Silbando y con las manos en los bolsillos, sólo tratábamos de alejarnos del propio ego” “No planeábamos formar una comunidad ni inventar una nueva forma de Vida Religiosa. No hubo nada de artificial” Para que el trabajo de la “Mano de Dios” pueda ser visto con claridad, el hombre ha de renunciar a su ego. Así comenzó la trayectoria del eremitorio de Takamori, en un continuo diálogo con la “Mano de Dios”.
Lo primero que sorprende al visitante es una hermosa vista de casas de estilo japonés con tejado de caña y los campos de arroz haciendo claros en el bosque. Es incomparable la hermosura del campo de arroz con algunas personas reunidas y trabajando. El P.Oshida trabajaba con nosotros y nos decía continuamente “Mientras trabajáis tenéis que sentir que el trabajo se va filtrando en vuestro cuerpo
La cabaña principal es encantadora. La construimos entre todos usando madera que había sido utilizada en otras construcciones y uno puede sentir que es un espacio de comunión maravilloso.
Subiendo la cuesta y detrás de la cruz de madera, hay una cabaña japonesa del té en el centro de una arboleda. Es la capilla. Con su silencio profundo, la luz pura y los susurros de misericordia, es el centro del eremitorio de Takamori. Todo es armonioso dentro de la capilla. La ventana con cañas insertadas, el lustre negro en las paredes por tantos años de encender fuego durante el ofertorio, la estera de paja trenzada, la vieja alfombra que tejió la hermana con tiras sacadas de kimonos usados, la tabla de una pieza que sirve de altar, el cáliz de cerámica japonesa... Es de una belleza que surge del interior de su armonía. Su vibración no engaña y es abrumador el peso de la satisfacción espiritual y de la libertad que se va sintiendo. 
Teachings of Shigeto Oshida.
La pobreza será la segunda cosa que sorprenda al nuevo visitante. No hay aire acondicionado, ni televisión, ni cafetera eléctrica, ni servicio con agua corriente. Solo hay una estufa de leña en la cabaña principal para combatir el frío del invierno. Cuando vas a dormir y te metes entre esas sábanas tan frías solo tendrás una bolsa de agua caliente para tonificarte. Así sería el estilo de vida en los años cincuenta. Pero es así como se entra en contacto directo con la Naturaleza. La piel te enseña que formas parte de la naturaleza y poco a poco se siente uno en el centro de la existencia. Los que viven permanente en el eremitorio puede estar terriblemente ocupados trabajando pero no se ve a nadie irritado. La respiración es profunda y tranquila y por ella no se pierde la armonía.
El arroz de Takamori es delicioso. Es una especie de arroz resistente al frío que crece rápido. Cultivar arroz a más de 1000 metros de altura en zona montañosa es un trabajo laborioso. Tener cuidado de que el frío no acabe con la pequeña planta de arroz, trasplantarlo con una oración en los labios, vigilar continuamente el nivel del agua, quitar el forraje cuando más calor hace, protegerlo de los insectos, cosecharlo, trillarlo, beldarlo, y al final la ceremonia de ofrecimiento y acción de gracias. Realmente es un largo proceso pero en ese proceso nuestras angustias y males van quedando en los campos y quedan absorbidos por el trabajo agrícola y por la madre naturaleza. Takamori tiene el poder de realizar ese proceso de absorción.
Rezamos una hora por la mañana y otra por la tarde. Como aprendimos del Padre Oshida, nos sentamos del modo Zen y escuchamos la lectura bíblica, rezamos el Padre Nuestro y entonamos salmos. Mientras estamos sentados del modo Zen la capilla se llena de silencio, ese silencio se va infiltrando en el cuerpo y todo se vuelve transparente y claro. Entonces, unidos en una misma respiración cantamos salmos. El cántico se eleva de un único aliento.. Allí, el propio ego desaparece para dar nacimiento a una nueva palabra la cual va desapareciendo poco a poco también. En estos momentos aparece la respiración de Creación se combina con la nuestra. Sus gemidos y dolores se trasforman en una voz silenciosa va se va acallando gradualmente. El Padre Oshida solía decir "La oración emerge de la respiración". Así es la oración de Takamori. En la parte posterior de la capilla hay una arboleda conmemorativa de las victimas de la guerra. Con el esfuerzo de todos se fueron levantando troncos conmemorativos. En el centro hay un tronco con la siguiente inscripción “Os contemplo erguido. No desapareceréis en un mar infinito de lágrimas”. Cada tronco recuerda a unas víctimas. Takamori se ha convertido en un lugar donde personas de distintas religiones, incluso sin religión, se sentirán acogidas. Por encima de sus diferencias religiosas las personas pueden llegar a un encuentro cuando están viviendo algo crucial.
Un sincero espíritu Cristiano y Japonés.

No podemos definir Takamori como un lugar de intercambio de espiritualidades o un lugar de unificación del cristianismo y budismo, ni tampoco como un lugar de inculturación cristiana. En cambio podemos decir que Takamori es como una atmósfera donde personas en necesidad pueden encontrar respuesta a sus necesidades. Podemos decir que es como una bendición para personas que en su indigencia encuentran el sentido de una pobreza iluminada. Podemos decir que es como una oración que se va profundizando en por el trabajo en los campos con sus alegrías y su cansancio. Alguien podría decir “¿es esto realmente cristiano?” Pero esta pregunta le devolverá la pregunta ¿En qué cristianismo hablas? 
Hay aquí un sincero espíritu cristiano y japonés. Takamori se parece al manantial (se llama Koizumi) que está al final de la loma. De ahí brota una corriente subterránea del cristianismo y de alma japonesa. Takamori es un afluente incuestionable del río de la vida.
En estos últimos 30 años, Japón ha sido invadido por el racionalismo, la sistematización, la programación y el control sistemático. Es un milagro que una vida de oración en pobreza se haya podido mantener en este país. La oración y la espiritualidad nacen cuando el propio vivir es una apuesta por la vida. El eremitorio de Takamori es un testimonio concreto. I, CH., Fuente: http://www.dominicos.telcris.com/ El Padre Oshida falleció en el emeritorio de Takamori el 6 de Noviembre de 2003.

martes, 20 de mayo de 2014

Un Manual de Meditación.

Un cierto emperador pensó un día que si se conociera la respuesta a las siguientes tres preguntas, nunca fallaría en ninguna cuestión. Las tres preguntas eran:
  • ¿Cuál es el momento más oportuno para hacer cada cosa?
  • ¿Cuál es la gente más importante con la que trabajar?
  • ¿Cuál es la cosa más importante para hacer en todo momento?
El emperador publicó un edicto a través de todo su reino anunciando que cualquiera que pudiera responder a estas tres preguntas recibiría una gran recompensa, y muchos de los que leyeron el edicto emprendieron el camino al palacio; cada uno llevaba una respuesta diferente al emperador.
Como respuesta a la primera pregunta, una persona le aconsejó proyectar minuciosamente su tiempo, consagrando cada hora, cada día, cada mes y cada año a ciertas tareas y seguir el programa al pie de la letra. Otra persona le dijo que era imposible planear de antemano y que el emperador debería desechar toda distracción inútil y permanecer atento a todo para saber qué hacer en todo momento. Alguien insistió en que el emperador, por sí mismo, nunca podría esperar tener la previsión y competencia necesaria para decidir cada momento cuándo hacer cada cosa y que lo que realmente necesitaba era establecer un “Consejo de Sabios” y actuar conforme a su consejo. Alguien afirmó que ciertas materias exigen una decisión inmediata y no pueden esperar los resultados de una consulta, pero que si él quería saber de antemano lo que iba a suceder debía consultar a magos y adivinos.
Las respuestas a la segunda pregunta tampoco eran acordes. Una persona dijo que el emperador necesitaba depositar toda su confianza en administradores; otro le animaba a depositar su confianza en sacerdotes y monjes, mientras algunos recomendaban a los médicos. Otros que depositaban su fe en guerreros. La tercera pregunta trajo también una variedad similar de respuestas. Algunos decían que la ciencia es el empeño más importante; otros insistían en la religión e incluso algunos clamaban por el cuerpo militar como lo más importante.
Y puesto que las respuestas eran todas distintas, el emperador no se sintió complacido con ninguna y la recompensa no fue otorgada.
Después de varias noches de reflexión, el emperador resolvió visitar a un ermitaño que vivía en la montaña y del que se decía era un hombre iluminado. El emperador deseó encontrar al ermitaño y preguntarle las tres cosas, aunque sabía que él nunca dejaba la montaña y se sabía que sólo recibía a los pobres, rehusando tener algo que ver con los ricos y poderosos. Así pues el emperador se vistió de simple campesino y ordenó a sus servidores que le aguardaran al pié de la montaña mientras él subía solo a buscar al ermitaño. Al llegar al lugar donde habitaba el hombre santo, el emperador le halló cavando en el jardín frente a su pequeña cabaña. Cuando el ermitaño vio al extraño, movió su cabeza en señal de saludo y siguió con su trabajo. La labor, obviamente, era dura para él, pues se trataba de un hombre anciano, y cada vez que introducía la pala en la tierra para removerla, la empujaba pesadamente.
El emperador se aproximó a él y le dijo: “He venido a pedir tu ayuda para tres cuestiones:
  • ¿Cuál es el momento más oportuno para hacer cada cosa?
  • ¿Quienes son las personas más importantes con las que uno debe trabajar?
  • ¿Qué cosa es la más importante que hacer en todo momento?
El ermitaño le escuchó atentamente pero no respondió. Solamente posó su mano sobre su hombro y luego continuó cavando. El emperador le dijo: “Debes estar cansado, déjame que te eche una mano”. El eremita le dio las gracias, le pasó la pala al emperador y se sentó en el suelo a descansar.
Después de haber acabado dos cuadros, el emperador paró, se volvió al eremita y repitió sus preguntas. El eremita tampoco contestó sino que se levantó y señalando la pala y dijo: “¿Por qué no descansas ahora? Yo puedo hacerlo de nuevo”. Pero el emperador no le dio la pala y continuó cavando.
Paso una hora, luego otra y finalmente el sol comenzó a ponerse tras las montañas.

El emperador dejó la pala y dijo al ermitaño: “Vine a ver si podías responder a mi tres preguntas, pero si no puedes darme una respuesta dímelo para que pueda volverme a mi palacio”.
El eremita levantó la cabeza y preguntó al emperador: “¿Has oído a alguien corriendo por allí?”. El emperador volvió la cabeza y de repente ambos vieron a un hombre con una larga barba blanca que salía del bosque. Corría enloquecidamente presionando sus manos contra una herida sangrante en su estómago. El hombre corrió hacia el emperador antes de caer inconsciente al suelo, dónde yació gimiendo.
Al rasgar los vestidos del hombre, emperador y ermitaño vieron que el hombre había recibido una profunda cuchillada. El emperador limpió la herida cuidadosamente y luego usó su propia camisa para vendarle, pero la sangre empapó totalmente la venda en unos minutos. Aclaró la camisa y le vendó por segunda vez y continuó haciéndolo hasta que la herida cesó de sangrar. El herido recuperó la conciencia y pidió un vaso de agua. El emperador corrió hacia el arrollo y trajo un jarro de agua fresca. Mientras tanto se había puesto el sol y el aire de la noche había comenzado a refrescar. El eremita ayudó al emperador a llevar al hombre hasta la cabaña donde le acostaron sobre la cama del ermitaño. El hombre cerró los ojos y se quedó tranquilo.
El emperador estaba rendido tras un largo día de subir la montaña y cavar en el jardín y tras apoyarse contra la puerta se quedó dormido.
Cuando despertó, el sol asomaba ya sobre las montañas. Durante un momento olvidó donde estaba y lo que había venido a hacer. Miró hacia la cama y vio al herido, que también miraba confuso a su alrededor; cuando vio al emperador, le miró fijamente y le dijo en un leve suspiro:
“Por favor, perdóneme”.
- Pero ¿qué has hecho para que yo deba perdonarte?- preguntó el emperador.
- Tú no me conoces, Majestad, pero yo te conozco a ti. Yo era tu implacable enemigo y había jurado vengarme de ti, porque durante la pasada guerra tú mataste a mi hermano y embargaste mi propiedad. Cuando me informaron de que ibas a venir solo a la montaña para ver al ermitaño decidí sorprenderte en el camino de vuelta para matarte. Pero tras esperar largo rato sin ver signos de ti, dejé mi emboscada para salir a buscarte. Pero en lugar de dar contigo, topé con tus servidores y me reconocieron y me atraparon, haciéndome esta herida. Afortunadamente pude escapar y corrí hasta aquí. Si no te hubiera encontrado seguramente ahora estaría muerto. ¡Yo había intentado matarte, pero en lugar de ello tú has salvado mi vida! Me siento más avergonzado y agradecido de lo que mis palabras pueden expresar. Si vivo, juro que seré tu servidor el resto de mi vida y ordenaré a mis hijos y a mis nietos que hagan lo mismo. Por favor, Majestad, concédeme tu perdón.
El emperador se alegró muchísimo al ver que se había reconciliado fácilmente con su acérrimo enemigo, y no sólo le perdonó sino que le prometió devolverle su propiedad y enviarle a sus propios médicos y servidores para que le atendieran hasta que estuviera completamente reestablecido.
Tras ordenar a sus sirvientes que llevaran al hombre a su casa, el emperador volvió a ver al ermitaño. Antes de volver al palacio el emperador quería repetir sus preguntas por última vez; encontró al ermitaño sembrando el terreno que ambos habían cavado el día anterior.
El ermitaño se incorporó y miró al emperador. “Tus preguntas ya han sido contestadas”.
-Pero, ¿Cómo?- preguntó el emperador confuso.
-Ayer, si su Majestad no se hubiera compadecido de mi edad y me hubiera ayudado a cavar estos cuadros, habría sido atacado por ese hombre en su camino de vuelta. Entonces habría lamentado no haberse quedado conmigo. Por lo tanto el tiempo más importante es el tiempo que pasaste cavando los cuadros, la persona más importante era yo mismo y el empeño más importante era el ayudarme a mí. Más tarde, cuando el herido corría hacia aquí, el momento más oportuno fue el tiempo que pasaste curando su herida, porque si no le hubieses cuidado habría muerto y habrías perdido la oportunidad de reconciliarte con él. De esta manera, la persona más importante fue él y el objetivo más importante fue curar su herida.


Recuerda que sólo hay un momento importante y es ahora.
El momento actual es el único sobre el que tenemos dominio. La persona más importante es siempre con la persona con la que estás, la que está delante de ti porque quien sabe si tendrás trato con otra persona en el futuro. El propósito más importante es hacer que esa persona, la que está junto a ti, sea feliz, porque es el único propósito de la vida.

Quang, la historia de Tolstoi es como una historia de las escrituras budistas; no desmerece de ningún Sutra.
Regresemos a una escala más modesta: nuestras familias, nuestros compañeros, nuestros amigos, nuestra propia comunidad. Debemos vivir para ellos, porque sino podemos vivir para ellos ¿para quien mas creemos que estamos viviendo?

Hay mucha gente que ha escrito acerca del tema sin haberlo vivido, pero ya he escrito sólo aquellas cosas que he experimentado por mí mismo.
Thich Nhat Hanh
Cómo lograr el milagro de vivir despierto
(Un manual de meditación)

Alkmaar, febrero 1975.

viernes, 18 de abril de 2014

Un "presente absolutamente perfecto"

¿Para qué sirve zazen?. Ante esta pregunta Kodo Sawaki respondía que zazen no sirve para nada. Su finalidad no es servir para algo, conseguir alguna cosa, sino practicar y profundizar el despertar. Practicar zazen es practicar el despertar en si mismo, nada le falta ni nada le sobra. Issho Fujita, heredero del dharma de Koho Watanabe (séptimo abad de Antaiji y segundo después de Kodo Sawaki) profundiza en este texto sobre el sentido de esta desconcertante propuesta consistente en simplemente sentarse sin hacer nada más. (Este artículo es una traducción de la traducción al francés, publicada en La demeure sans limites, del texto original de Issho Fujita)
Director del Zen Center de San Francisco Nació el  18 de Abril de 1954 
en Niihama, Japón
El mundo en su totalidad no está nunca escondido” - los miles de cosas que aparecen claramente frente a nosotros son en si mismas la manifestación completa del Yo original, esto es lo que expresa el Maestro Dôgen con Genjokoan. Este término expresa la enseñanza de la naturaleza absoluta de la realidad, lo creamos o no, se practique o no, cualesquiera que sean nuestras circunstancias personales. No es pues cualquier cosa “lejana” que alcanzaremos por un esfuerzo humano que implique fe y práctica. Sino es más bien en otro sentido: por que fe y práctica son ya la actividad humana al interior de la realidad, es ya alguna cosa “íntima”, “próxima”.
Sin embargo en tanto que vivimos sobrecargados por nuestros pensamientos y nuestras emociones no será nunca posible tener fe en este presente absolutamente perfecto”. Estamos todos creando, por estos pensamientos y emociones, la impresión, hay alguna cosa que sobra o alguna cosa que falta. Miramos siempre este presente imperfecto con dudas: “¿Está verdaderamente bien así?” y no podemos estar tranquilos.
Y hacemos esfuerzos, poco a poco, o explosivamente, para atrapar la “perfección”, pasando nuestra vida con miedo, bien de no tener aquello que se desea, bien de perder lo que se ha obtenido. Desgraciadamente, a pesar de todos nuestros esfuerzos, incluso manipulando o desarrollando nuestros pensamientos y emociones, no será nunca posible de esta manera alcanzar de esta manera el “presente absolutamente perfecto”.
Esta realidad de la “verdadera forma de todas las cosas”, el “mundo en su totalidad que no ha estado nunca escondido”, este Genjokoan no puede ser atrapado ni con el pensamiento, ni con la emoción. La lucha por si misma– del espíritu que busca ganar alguna cosa – nos impide experimentar este gran secreto abierto.
No es sino cuando estamos tan solo sentados, habiendo abandonado la persecución de ideas imaginarias que hemos construido en nuestra cabeza a propósito de esta “perfección”, que es posible reencontrar el presente, donde, desde el principio, no hay nada de menos, ni nada de más. Esto es por lo que la expresión “la forma verdadera de todas las cosas” indica simultáneamente la “realidad” y el problema o el tema que debemos practicar y verificar. Abandonar este espíritu que busca la ganancia es una condición absoluta para que uno mismo sea capaz de abrirse y abandonarse completamente al presente, y para que el presente pueda impregnar a uno mismo abundantemente y sin limite. Decir “impregnar” no significa que esto sea la llegada de alguna cosa nueva. Sino que esto es realizar lo viviente, un yo interconectado con todos los seres. Zazen no es un proceso apuntando a tener alguna cosa, sino una práctica: ¿cómo dejar al si mismo estar presente ahora? - lo que es completamente diferente a la vez en su calidad y en su dimensión. “Nada que ganar”: se puede decir que esta es una expresión que ayuda a clarificar que zazen no es una actividad de la cual su resultado sería “ganar” alguna cosa. 
No es para tener, sino para ser.
Cuando oímos que zazen es únicamente “sentarse sin buscar nada” hay quien piensa seguramente entre nosotros: “¡Como!, ¡Una cosa tan simple como eso! Es una perdida de tiempo y de energía hacer eso. Solo una persona perezosa e inútil podría perder tiempo en eso”. Dicho de otra manera, se puede comprender “Nada que ganar” como una situación sin ningún premio, sin ningún valor, tanto que zazen se parecería a “un gato que duerme al sol en el balcón”... Sin duda que la que la crítica mencionada aquí proviene de este tipo de comprensión de zazen.
En realidad, zazen sin ganar nada, se parece más bien a “un dragón que se acerca al agua, un tigre que retoza en la montaña” (Fukanzazengi). Si este tipo de impulso, de vida y de entusiasmo no llena el cuerpo y el espíritu, entonces este no será ese tipo de zazen. En el zazen-sansgain lo importante se coloca sobre el momento, aquí donde se está, no sobre lo que habéis ganado al final. En otros términos, es un proceso, no un resultado. Así pues cada momento es importante, exactamente tan importante como otro momento y ningún momento puede ser obviado. Es porque no hay nada que hay que ganar, que es requerida una diligencia continua. Desde que esta diligencia desaparece, el espíritu vuelve al espíritu de provecho, o a la negligencia, o a la pereza, y la sentada bien derecha sin ganar nada va a derrumbarse. Así, esta práctica sin espíritu de provecho es la cosa más pura y más simple, ¡y sin embargo nunca simple! Se podría decir que no hay nada más difícil.
El tiempo pasado en sentarse sin ganar nada y sin “hacer” nada puede parecer, en términos de mercado, tiempo malgastado pues ninguna cosa es producida. Sin embargo, como hemos dicho al principio, es ahí que uno mismo puede encontrar la perfección absoluta del presente, que va a impregnar a uno mismo – y no hay regalo más grande.
Issho Fujita
Zazen no es para las personas perezosas que vuelven la espalda al mundo. Es una cosa recomendada a todos, occidentales o asiáticos, hombres o mujeres, de cualquier edad. Pues la perfección absoluta del presente está siempre aquí: el momento presente perfecto despierto suscita el momento presente perfecto siguiente: al interior de este momento está incluido el vigor, la energía que va a inducir el momento siguiente. 
No suscita el momento siguiente por que sea imperfecto y vaya hacia la perfección, sino más bien por que es una energía sin cesar renovada.
Artículo en agradecimiento a su visita a Buenos Aires en el 1º Encuentro Zen Latinoamericano. 
Y en homenaje a su cumpleaños...
藤田 一照 Fujita Isshō
Fuente Huellas del Zen. http://huellaszen.blogspot.com.ar/